FLORENCIO VARELA, 27 de septiembre de 2025 – El fútbol, a veces, es una clase magistral de cinismo. Boca Juniors paseó la pelota durante 90 minutos, dominó el campo con casi el 65% de posesión, y se fue de Florencio Varela con las manos vacías y la bronca hirviendo. Defensa y Justicia hizo lo que sabe hacer: golpeó con la intensidad de un Halón y lo ganó 2-1 con un final de película de terror para el Xeneize.
El héroe de la noche fue Abiel Osorio, quien firmó un doblete mortal (84′ y 90+4′), que solo fue interrumpido por el empate transitorio, también de penal, de Leandro Paredes (88′). El cierre fue una caldera arbitral que dejó a Boca sin nafta ni respuestas.
🤯 El Nudo Arbitral y los Penales Encadenados
El partido se definió en los últimos 10 minutos y quedó marcado a fuego por el accionar del árbitro Jorge Baliño y el VAR.
- Penal de la Discordia (1-0): A los 84 minutos, Baliño sancionó un contacto en el área para el local. El VAR llamó, la revisión fue eterna y atípica (alimentando el debate de los medios), pero la decisión se mantuvo. Osorio lo cambió por gol.
- La Respuesta Fría (1-1): Boca tardó cuatro minutos en responder. También tuvo su penal y Leandro Paredes, con la sangre fría del campeón, lo cambió por el 1-1. El gol del volante es lo único que se rescata de un cierre descontrolado.
🔪 El Cuchillazo Final que Desnuda a Boca
Cuando Boca creía que el punto estaba abrochado, llegó el mazazo. En el tiempo de descuento (90+4′), la defensa xeneize, desacomodada y aún discutiendo el penal anterior, se desentendió. Abiel Osorio apareció libre y no perdonó. 2-1 final.
El resultado es un cachetazo de realidad: Boca tuvo el control territorial, pero el «Halcon» fue demoledor en la zona caliente. Defensa y Justicia demostró una vez más su «identidad»: intensidad pura y una eficacia criminal que maximiza sus pocas oportunidades claras.
En Varela, la celebración es por un triunfo de impacto anímico que los hace trepar en la tabla. En Boca, la bronca es doble: por perder puntos valiosos que lo alejan de la pelea alta y por el manejo defensivo paupérrimo en los minutos finales. El debate arbitral queda en segundo plano: Boca falló donde no podía fallar.
¿Fue la decisión arbitral la que condenó a Boca o la falta de contundencia y el descontrol defensivo en el final son la verdadera preocupación para el Xeneize?