La crisis del Manchester City se agudiza y la falta de gol de su estrella, Erling Haaland, es un factor determinante. El equipo inglés, que acumula su sexta derrota en la Premier League y atraviesa un momento complicado en la Champions League, comienza a mostrar las grietas de una ofensiva que depende en exceso del olfato goleador del noruego.
Los números no mienten: en los últimos tres partidos, Haaland ha mostrado una alarmante falta de eficacia. Los datos son contundentes:
- ⛔️ 1 remate al arco vs. Juventus.
- ⛔️ 0 remates al arco vs. Manchester United.
- ⛔️ 0 remates al arco vs. Aston Villa.
Un solo remate al arco en 270 minutos de juego es una estadística inaceptable para un delantero de su calibre. Pero la sequía no se limita a la falta de gol. Haaland también registra:
- 0 ocasiones generadas.
- 0 gambetas.
- Un promedio de 6 pases correctos por partido.
- Un 46% de efectividad en duelos.
El «androide» Haaland, como se le conoce popularmente, no está pasando por su mejor momento individual. Su bajo rendimiento coincide con la crisis del equipo, lo que plantea interrogantes sobre la dependencia del City en su figura y la falta de alternativas ofensivas.
¿Qué le pasa a Haaland? Diversos factores podrían estar influyendo en su rendimiento:
- Ajustes tácticos de Guardiola: Los cambios en la estrategia del equipo podrían estar afectando su rol y participación en el juego.
- Marcaje asfixiante de las defensas rivales: Los equipos contrarios podrían estar implementando marcajes específicos para anular al noruego.
- Estado físico o anímico: Una posible lesión, fatiga o un bajón anímico podrían estar afectando su desempeño.
- Falta de conexión con sus compañeros: Podría existir una falta de entendimiento con el resto del equipo, dificultando la creación de jugadas de ataque.
La situación es preocupante para el Manchester City. El equipo necesita recuperar su mejor versión y Haaland debe reencontrarse con el gol. La solución no parece sencilla y Guardiola tendrá que trabajar a fondo para revertir esta situación y evitar que la crisis se profundice. La afición espera respuestas y el tiempo apremia.