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El Club Nacional de Football se encuentra en el centro de una controversia interna tras la aparición de sus jugadores en la cancha con camisetas que homenajeaban a los detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar en Uruguay. La indumentaria, que incluía la frase “Todos somos familiares”, fue utilizada sin la autorización de la Comisión Directiva, lo que llevó al club a calificar el hecho como una “desinteligencia interna” y a reafirmar su postura de neutralidad institucional frente a manifestaciones políticas y sociales.
Este gesto de los futbolistas generó una amplia repercusión en la sociedad uruguaya. El ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, calificó de “insólito” el comunicado del club, expresando su respaldo a la iniciativa de los jugadores y a la causa de los derechos humanos . Por otro lado, el diputado Álvaro Perrone, de Cabildo Abierto, criticó la actitud de los jugadores, sugiriendo que el club debería centrarse en el rendimiento deportivo en lugar de involucrarse en cuestiones políticas.
En contraste, otros clubes como Peñarol y Defensor Sporting han mostrado su apoyo a la memoria histórica. Peñarol, a través de su presidente Ignacio Ruglio, autorizó a sus jugadores a utilizar camisetas en homenaje a los detenidos desaparecidos, argumentando que “un desaparecido debería dolernos a los de derecha, los de izquierda y los de centro” . Defensor Sporting también ha realizado gestos similares en años anteriores, destacando su compromiso con la memoria y los derechos humanos.
La postura adoptada por Nacional ha generado un debate sobre el papel de las instituciones deportivas en la defensa de los derechos humanos y su relación con la política. Mientras algunos consideran que el club debería haber respaldado la manifestación de sus jugadores, otros defienden la decisión de mantener una postura neutral para evitar divisiones internas.
