Malasia, el tigre que no asusta 

En Asia se encuentra riqueza a cantidades, sea en el extremo del vasto continente que sea. Un ejemplo es parte de su sudeste, aún con sus líos naturales. Y dentro de esa región uno de ellos es Malasia, un lugar de abundancia en la que el fútbol es muy popular. Pero recordando la tradición literaria, los Tigres malayos no son tan agresivos: sólo han obtenido éxito en su zona, pero muy poco en lo internacional.

Y eso que el gran deporte tiene larga vida en el país situado entre Tailandia, China, Singapur y Brunei. Desde 1933 existe la Federación de Fútbol de Malasia, que sin embargo recién entró en competencia en la década del 50. La selección amarilla y negra jugó su primer partido el 13 de febrero de 1953, un amistoso en su capital Kuala Lumpur perdido con Corea del Sur 3-2. Tres años después se afilió a la FIFA y en 1958 a la Confederación Asiática (AFC). En 1956 disputó su primer torneo de relieve, las eliminatorias para la inaugural Copa Asia, no pudiendo llegar derrotado por Vietnam del Sur a doble partido. Al año siguiente declaró su independencia y en 1958 ganó su primer título, la histórica Copa Merdeka (palabra que precisamente significa independencia), siendo primero de cinco países por un punto sobre Hong Kong, que en el 57 había obtenido la edición de estreno. Ese 58 también intervino por primera vez en los Juegos Asiáticos y en 1959 debutó en los de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste de Asia), de la que fuera uno de sus fundadores, donde consiguió el tercer puesto. Dos años más tarde, en 1961, festejó el primero de sus cuatro títulos de la organización.

Pero con los 70 Malasia vivió su apogeo, tomando parte en eventos fuertes con decorosos resultados. Sin duda el gran hito de su historia fue aquel 1971 que eliminó a nada menos que los gigantes Corea del Sur y Japón y arribó por única vez a los Juegos Olímpicos, en 1972 en Munich, donde cumplió una buena tarea a pesar de ser eliminado en primera ronda. Debutó contra la potente Alemania Federal, a quien tuvo empatada a cero hasta el segundo tiempo cuando perdió 3-0, y por ese marcador batió a Estados Unidos, sólo para ser barrido en el cierre 6-0 por Marruecos. Los malayos que vencieron ese 29 de agosto en Ingolstadt a los estadounidenses con goles de Zawawi, Salleh y Shaharudin formaron con Fook; Othman, Namat, Chandran, Aun; Zawawi, Hamzah, Wah; Salleh, Shaharudin (Mohd) y Teik.

En 1973 participó de sus primeras eliminatorias mundialistas, la de Alemania 74, siendo tercero de los pesados Israel y Corea del Sur, aunque derrotó a su clásico rival Tailandia. Y en 1976 sumó otro gran hecho al clasificarse a su primera Copa de Asia, en Irán, donde cayó con Kuwait, pero alcanzó un meritorio 1-1 ante otro coloso del Lejano oriente, China. Además, siguió ganando en su región, con otros dos títulos en los Juegos ASEAN y cuatro King’s Cup.

Para 1980 Malasia alcanzó su segundo gran momento al volver a arribar a los Juegos Olímpicos, sin embargo, no fue a Moscú al sumarse al boicot occidental a la Unión Soviética por su invasión a Afganistán. Sí pudo llegar a su segunda Copa Asia seguida, en Kuwait, un gran año para los Tigres, que hicieron un papel muy digno igualando a Corea del Sur y venciendo a Emiratos Árabes Unidos, a pesar de quedarse en esa primera fase. Pero fue lo último destacado de los malayos. Ya no lograron ni cerca alguno de esos hitos, salvo su cuarto título en los Juegos ASEAN de 1989 y el del campeonato de dicha organización en 2010. En el medio de constantes bajos resultados, sin Mundial, Juegos Olímpicos ni Asia, al menos tuvieron el orgullo de ser sede del Sub 20 que Argentina aprovechó para su tercer conquista y segunda de la era de José Pekerman. Y diez años más tarde, en 2007, una de las cuatro de la mayor Copa regional, junto a Indonesia, Tailandia y Vietnam, aunque fue fácilmente marginado en la primera fase.

A nivel de clubes, también el fútbol malayo tiene vida intensa. En 1982 se creó la Liga local, que sucedió a las regionales y que cambiaría de formato con los años. En 1994 mutó a la Malaysia Premier League y a partir de 2004 la actual Superliga, que integra 12 equipos y tres divisiones, además de la Copa de Malasia, la Fa Cup y la Charity Shield. Hoy el Johor Darul Takzim es el mandamás con ocho títulos, seguido por el famoso Selangor, que en 1982 enfrentara a Diego Maradona con Boca Juniors. En el plano internacional Malasia también consiguió algo, con el Selangor subcampeón de la Copa de Campeones en 1967 y el Johor vencedor de la emergente AFC Cup en 2015.

Así de interesante y discreta es la vida de Malasia en el fútbol. Actualmente, la selección que tuvo sus ilustres como Mokhtar Dahari o Dollah Salleh ocupa el puesto 147 de la clasificación FIFA, donde subió siete lugares. Dirigida por el surcoreano Kim Pang-Gon, ya quedó eliminada una vez más del Mundial, pero sigue en carrera para la próxima Copa Asia en 2023 en China. Pero por ahora, nada que ver con aquel bravo guerrero Sandokán, el de los libros de Emilio Salgari. Por ahora, estos tigres malayos no asustan en la fauna del fútbol.

Diego Martín Yamus
diegoanita@hotmail.com.ar

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