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Un superclásico «gaúcho» entre juveniles terminó en una trifulca generalizada; Régis, ex zaguero del Caxias, dio un aterrador testimonio que hizo llorar a todos los involucrados y tomar conciencia; un golpe de puño cobarde en el área chica lo dejó en coma durante 19 días, hace 15 años, dañando su cerebro y su vida.
Los pibes del Sub-14 de Inter y Gremio terminaron el superclásico en una verdadera batalla campal a fines del 2014, lo que tiñó de vergüenza al fútbol brasileño y reabrió viejas heridas. El hecho sucedido en el pasado mes de diciembre obligó a los dos clubes y a las máximas autoridades del balompié de Brasil a tomar medidas ejemplares; Régis juntó valor y aceptó dar un testimonio sobre lo que le pasó en noviembre de 1999 cuando defendía los colores del Caxías.
El 13 de noviembre de 1999 fue el peor día de la vida del zaguero Régis, quien tenía 19 años en ese momento. Estaba parado en el área, su arquero ya había interceptado la pelota y él miraba atentamente, de repente, sin anunciarse, cobardemente y de atrás, el atacante Darzone le propinó un puñetazo en el rostro, que le provocó un daño irreversible en el cerebro.
La fuerza del golpe fue tal que el zaguero cayó desplomado inconsciente en el área, trataron de reanimarlo pero no reaccionaba, entonces, fue llevado de urgencia al hospital más cercano. Régis, fue trasladado a terapia intensiva donde se temió lo peor: la muerte.
Tenía daños irreversibles en una parte del cerebro; había dejado de respirar, por lo tuvieron que hacerle una traqueotomía; estuvo 19 días en coma.
Un milagro lo devolvió a la vida, pero su vida cambiaría radicalmente, ya que perdió varias funciones. Régis no podía caminar, quedó sordo de un oído, perdió gran parte de la visión de un ojo y no controlaba los esfínteres, entre otros padecimientos.
Pasó las miles, y ahora, a los 36 años, sigue pasándolas y pagando las consecuencias porque el daño le sumó epilepsia.
Su agresor llamado Darzone fue procesado con 2 años de prisión en suspenso, aún así, fue perdonado por el damnificado.
Régis no anduvo con chiquitas y no escatimó en detalles a la hora de contarle a los pibes el daño que le hizo esa «piña». El jugador no sintió vergüenza al contar que tuvo que usar pañales y que le enseñaron a ir al baño solo como si fuese un niño de 2 años.
El testimonio conmovió a propios y extraños. Su padre no resistió el dolor y a la hora de ver el video de la agresión, presentado en pantalla gigante, prefirió taparse los ojos.
El ex zaguero demostró grandeza y valentía a la hora de hablar de algo que le arruinó, no solo su carrera también la vida.
Les contó a los chicos, que luego de años, logró perdonar a su agresor, quien vive atormentado por la culpa, ya retirado del fútbol, además, confesó que su hermano una vez intentó «vengarlo» ya que era arquero y tuvo que jugar contra él, y al enterarse le dijo «¿querés ser cobarde como él? ¡Dale, hacelo, vengate!».
También su padre habló y les contó cada sensación. Comenzó contando cómo su corazón se paralizó al recibir la noticia telefónicamente y prosiguió con detalles del padecimiento de la familia desde aquel nefasto día, hasta hoy.
Material extraído de Globo.com
Marcelinho Witteczeck
@lostribuneros
