El modesto Colón arruinó a River Plate

Colón le dio una verdadera paliza a River Plate en el Cementerio de los Elefantes por la fecha 4 del Torneo Final y le complicó la existencia a Ramón Díaz. El sabalero está en el infierno en lo institucional pero llenos de amor propio sus jugadores se comportaron como gladiadores y vencieron, con baile incluido, a un millonario que no juega a nada.

El River de Ramón funcionó solo en los torneos de verano pero en la alta competición es decepcionante y cosechó su segunda derrota consecutiva por el Torneo Final, quedando lejos de los líderes Estudiantes, San Lorenzo y su verdugo Colón.

Los millonarios fueron a Santa Fe a jugar contra el modesto Colón, equipo sumido en miles de problemas, jugadores que no cobran sus salarios puntualmente, que hacen de tripas corazones para llegar a fin de mes, pero dejaron sus problemas de la vida cotidiana, y en la cancha se transformaron.

Colón se paró en su terreno y como gladiadores pelearon cada balón y lo jugaron muy bien. La prolijidad, el orden y la rebeldía les valió una merecida victoria. Graciani recibió una pelota cruzada que fue centrada por Mansilla, controló la pelota y se la tiró por encima a un displicente Barovero para poner el 1-0 a los 17′.

El dominio táctico del equipo sabalero fue tal que River no lo ponía en compromiso, salvo algún chispazo sobre el final del primer tiempo por parte del colombiano Teo Gutiérrez, que fue reemplazado por Giovanni Simeone.

En la parte complementaria, todo siguió igual, los «Negros» eran pura garra, esperaban en su campo a un River sin ideas, incapaz de ir al frente, lo que tácticamente les venía al pelo porque cada vez que atacaban la defensa riverplatense pasaba zozobra.

Martín Luque, pibe de 20 años, hizo la jugada de su vida a los 71′, la tomó por un lateral en tres cuartos de campo, avanzó en diagonal a toda velocidad y con total libertad sacó un latigazo cruzado que se clavó en el arco de Marcelo Barovero.

2-0 estaban los sabaleros y River estaba acabado, ante un Colón que estaba sin piernas, pero jugaba con el corazón.

Fernando «Torito» Cavenaghi, capitán millonario, logró el descuento a los 71′ y con amor propio River fue en busca de un épico empate.

River ya tenía en la cancha a Fabbro y el «Rayo» Menseguez quienes le dieron algo más de potencia al ataque y le ponían algo más de dramatismo al final del juego, porque Colón se había cansado, sus volantes estaba extenuados y no podían ya correr, por eso, Osella mandó a Curuchet y Alario al campo para aportar oxígeno.

Solo que Graciani estaba motivado y no quería que sus hinchas se infarten en las graderías del Estanislao López, luego de recibir el desborde rastrero del intratable Martín Luque y definió a los 87′ lapidando a River.

Melli a los 90’+2 ingresó para enfriar al juego y Colón que tuvo un par más para aumentar, se conformó con el 3-1 y está feliz de la vida: va primero.

River será el tema de la semana, mientras que Colón recupera terreno en la zona del descenso y lucha, con dignidad y amor propio, por quedarse en la A.

@lostribuneros

 

 

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