Clásico platense acabó en tablas

El clásico entre Estudiantes y Gimnasia y Esgrima acabó empatado sin goles en partido jugado por la sexta octava fecha del Transición. El partido fue discreto, el Lobo intentó algo cerca del final. El «Pincha» se ufana de tener de «hijo» al «Tripero».

Télam. El encuentro, jugado en el estadio Ciudad de La Plata con el arbitraje de Luis Alvarez, completó una serie de tres clásicos en 17 días, sumados los de la llave ida y vuelta de la Copa Sudamericana que terminó en poder del «Pincharrata» con otro empate 0-0 y una victoria 1-0, el martes pasado.

Estudiantes, que resignó sus primeros tres puntos de local en la temporada, luego de ganarle a Independiente (1-0), Boca Juniors (3-1) y Belgrano de Córdoba (1-0), sumó 10 unidades y quedó a seis del líder invicto River Plate, que tiene dos partidos menos.

Gimnasia (17mo. con siete puntos) no pudo quebrar su racha negativa ante el acérrimo rival, al que no vence desde el Clausura 2010 cuando se impuso 3-1 en el estadio del Bosque. De visitante, no festeja un clásico desde el Apertura 2003 (4-2).

El rendimiento del conjunto de Pedro Troglio en el primer tiempo generó ilusión en sus hinchas sobre la chance de volver a ganar el clásico. Sin brillar, la visita impuso las condiciones de juego y contó con las mejores situaciones para la apertura del marcador, algo que resultó imposible en ambos arcos a lo largo de toda la primaveral tarde en la capital provincial.

Con rigor para la marca y rapidez en la transición de un campo a otro, Gimnasia jugó contra la primera línea defensiva de Estudiantes y provocó algunas buenas intervenciones del arquero Agustín Silva para sostener el cero.

Como sucedió a los cinco minutos cuando le tapó un peligroso remate al paraguayo Jorge Rojas, después de la mejor jugada asociada en ofensiva del equipo de Troglio.

En esa etapa, con Estudiantes sin brújula en la cancha, Gimnasia también estuvo cerca del gol con un disparo alto de Lucas Licht (18m.), un cabezazo de Alvaro Fernández que Silva envió al córner (40m.) y un remate desviado de Ignacio Fernández (41m.).

Allí se agotó la producción ofensiva de la visita, que en el segundo tiempo ya no logró establecer superioridad en el juego por el crecimiento del local, decidido a ejercer presión sobre el campo rival para dificultar la elaboración futbolística.

Estudiantes se acomodó rápido en la cancha y antes de los 15 minutos tuvo dos buenas oportunidades sobre el arco defendido por Fernando Monetti.

En la primera, a los 6m., Ezequiel Cerutti enganchó en el área y disparó colocado por encima del travesaño y en la segunda, a los 12m., Gastón Gil Romero encabezó una incursión ofensiva por el centro del ataque y la terminó con un tiro bajo y desviado sobre el palo derecho del arquero.

El miedo a perder se adueñó de ambos en la parte final del clásico, que se disputó con mayor preocupación sobre los arcos propios que rivales. En efecto, el partido dejó un leve conformismo en cada equipo: Estudiantes marchó con la satisfacción de extender su invicto en el clásico y Gimnasia, con la tranquilidad de volver a sumar después de la eliminación copera.

Fuente: Télam

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