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Los Bávaros de Múnich se consagraron campeones de la Supercopa Europea, tras vencer por penales al Chelsea. El equipo inglés soportó el final del partido y el alargue con uno menos, y aún así, pudo ponerse 2-1. Este es el primer título del equipo germano.
El trofeo que une los campeones de la Champions League y Europa League se dirimió en el estadio Eden de la ciudad de Praga. Ambas escuadras estrenaban entrenador, aunque el equipo británico ya había gozado de los servicios del portugués Mourinho hace casi una década.
La pelota giró por el campo del Eden Stadium durante 120′ y prosiguió reinando durante la tanda de penales, donde el equipo dirigido por el español Pep Guardiola la supo tratar y mandar al fondo de la red en tres oportunidades, contra dos del equipo inglés.
Un partido con estilos bien marcados se jugó; el conjunto inglés al estilo que le gusta jugar al portugués Mourinho, mientras que Bayern de a poco se va amoldando a como le gusta jugar al español Guardiola.
Quien primero marcó fue el conjunto de Londres, luego que el «Niño» Torres se encargue de mandar la pelota al fondo de las piolas. Chelsea había arrancado mejor, esperando en su cancha y saliendo rápidamente de contra. Eden Hazard, el jugador belga, no pasó inadvertido y fue el mentor de la conquista.
El vigente campeón de la Champions y representante del fútbol europeo en el Mundial de Clubes 2013 de Marruecos, se sintió herido en su orgullo germánico, y fue al frente en busca del empate. Antes del resultado adverso, los Rojos eran dueños del balón, pero tras el gol, directamente lo monopolizaron.
Torres se movía lindo en el ataque y generó otra chance, solo que estaba vez la pelota se fue por encima de la transversal del arco defendido por Neuer.
Frank «Scarface» Ribery, Mejor Jugador de Europa 2013, hizo honor al título recibido en la jornada del jueves, y se encargó de marcar el parcial 1-1 a los 2′ del complemento. Antes, el francés había avisado con un remate que fue detenido por Petr Cech, quien jugaba en su tierra natal, y otro balón se fue desviado.
La moral el Bayern se encontraba en su lugar correcto y proseguía con su juego rápido y de toque de primera.
El brasileño Dante «durmió» en la zona defensiva y el equipo británico cometió un grave pecado: malograr su chance. Oscar, compatriota de Dante, la tuvo pero el germano Neuer rechazó su tiro y Lampard la mandó a la popular.
La pelota estaba algo encaprichada y no quería saber nada de entrar al arco, al menos al alemán, ya que Ivanovic había ganado de cabeza en el área y su balón terminó estrellado en la transversal.
A falta de 5′ para el cierre del tiempo reglamentario, y con el marcador igualado a uno, el arquero Neuer salvó a su equipo, Bayern, tras un cabezazo del brasileño David Luiz, quien paralizó los corazones de millones de alemanes; de contra la taba se dio vuelta y el perjudicado fue Chelsea. Ramires «atendió» a Mario Götze, vio su segunda amarilla y se tuvo que marchar del campo, dejando a los Azules con 10.
El alargue arrancó con 21 jugadores en la cancha, es decir, Chelsea con 10 y Bayern con 11. Pese al hombre de menos, el ágil Hazard tuvo su gran oportunidad a los 3′ y no la desperdició, puso arriba en el marcador nuevamente al club británico: 2-1.
La fortaleza del Bayern radicó en la típica disciplina táctica alemana, su fortaleza física y, la más importante: la moral.
Bayern se fue como gato a los menudos, sabía que estaba jugado y perder por 2 o perder por 10 era lo mismo, por eso, peleó con uñas y dientes, abusando de los excelentes servicios del arquero Cech. A falta de 2′ el guardameta que jugaba de local, le volvió a atajar una pelota a Ribery.
Chelsea estaba próximo a su hazaña, a la de ganar con 10 y frente al Bayern, nada menos, pero el español Javi Martínez a los 120’+1 puso el 2-2 que desmoralizó a un aguerrido equipo de Gran Bretaña, que se resignó en la definición por penales.
Neuer paró un penal que le valió el primer título de Supercopa al equipo de Bavaria, a su vez, se convierte en el primer club alemán en ganarla.
Mourinho, antes de la final, se jactaba de haber ganado más títulos que su colega Guardiola, pero quien ríe último, ríe mejor, sino pregúntenle a Pep.
@lostribuneros
