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La reciente controversia en Newell’s Old Boys ha generado un intenso debate en Rosario y en el fútbol argentino en general. Seis niños de 9 años, integrantes de la escuelita Malvinas Argentinas del club, fueron apartados temporalmente de los entrenamientos tras tomarse una fotografía con Ignacio Malcorra, futbolista de Rosario Central, el clásico rival de Newell’s. El hecho ocurrió durante un torneo infantil en Funes, en Semana Santa, y la imagen se viralizó en redes sociales.
Posturas encontradas
Versión oficial del club: Ignacio Astore, presidente de Newell’s, negó que se tratara de una sanción disciplinaria. En declaraciones a medios locales, afirmó que la decisión fue una medida preventiva para proteger la integridad emocional de los niños, quienes, según él, habrían recibido amenazas telefónicas de otros padres e hinchas del club. Astore subrayó que no se les retiró la beca a los menores y que su participación en las actividades del club se reanudará una vez que los padres superen la angustia generada por la situación.
Testimonios de los padres: Sin embargo, algunos progenitores de los niños involucrados han desmentido las versiones oficiales. Uno de ellos, que pidió anonimato por temor a represalias, aseguró que no hubo amenazas y que la decisión de apartar a los niños fue impuesta sin consultar a las familias. Este padre expresó su indignación y confirmó que su hijo ya no formará parte del club.
Declaraciones de dirigentes: Juan Álvarez, dirigente de la institución y encargado de la Escuela de Fútbol Infantil, reconoció que hubo presiones por parte de la barra brava, hinchas y otros padres para sancionar a los niños. Álvarez calificó la foto como una «falta de respeto» y defendió la medida como una forma de mantener la disciplina dentro del club.
Reacciones en la sociedad
La decisión ha sido ampliamente criticada en redes sociales y medios de comunicación. Figura destacada como Lionel Scaloni, actual entrenador de la selección argentina, cuestionó la medida, argumentando que sancionar a niños por admirar a un jugador rival no contribuye a erradicar la violencia en el fútbol.
Este episodio ha reavivado el debate sobre la violencia en el fútbol argentino, especialmente en categorías infantiles, y sobre el papel de los clubes en la formación de valores en los jóvenes deportistas.
