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Entre los años 60 y 70, la selección asiática de Myanmar ganó 12 títulos en el enorme continente, con lo que podría ser considerado una potencia. Pero esos logros de esa época primitiva quedaron en el tiempo, y entre su situación sociopolítica, económica y futbolística, salvo su pase al Mundial Sub 20 en 2015, no volvió a los primeros planos.
Myanmar, para el tribunero que no entiende, es el actual nombre de Birmania (Burma en inglés), país ubicado en el castigado y exótico sudeste de Asia, independizado del Reino Unido en 1948, pero que desde 1962 hasta 2011 sufrió una arrasadora dictadura, que entre otras cosas cambió el nombre de la nación en 1988. Es la patria de Aung San Suu Kyi, la pacifista que enfrentó al sistema militar y fue presa domiciliaria durante 21 años, lapso en que por su trabajo recibió en 1991 el Premio Nobel de la Paz. Y también es conocido, lamentablemente, por su mala situación humanitaria y sus frecuentes desastres naturales.
Pero en fútbol no es tan familiar, más allá de la curiosidad que su raro nombre despierte. Su vida con la pelota empezó ni bien se emancipó, ya que en 1947 fue fundada la Myanmar Football Federation (MFF), que al año siguiente se afilió a la FIFA y se inscribió para participar en el Mundial de Brasil en 1950. Pero mientras en Uruguay se soñaba con el Maracanazo, los birmanos resolvieron retirar su presencia, dándole la clasificación a India,, que a su vez también declinó. Finalmente, el primer partido de la selección de los Angeles Blancos fue el 6 de marzo de 1951, derrota ante Irán 0-2 por la eliminatoria de los recién creados Juegos Asiáticos. Al mismo tiempo comenzaron en el país campeonatos regionales, mayormente en su ex capital Rangún o Yangon, y en 1954 entró a la nueva Confederación continental, la AFC.
Por entonces, Birmania jugaba sólo torneos zonales como la Merdeka Cup, la President´s Cup, la King´s Cup o los de la ASEAN, la Asociación de Naciones del Sudeste, de la que en 1967 fue uno de los 10 fundadores. En ese contexto, igual, sus 12 títulos, cinco en mayores y 7 en juveniles, no son de despreciar para un fútbol humilde. Tras ser finalista en la ASEAN del 61, en 1965 consiguió el primero de sus cinco éxitos, que repetiría cada dos años hasta 1971. En 1967, tras obtener su segundo torneo, enseguida se clasificó para su única Copa Asiática de Naciones, en 1968 en Irán, donde fue parte de un pentagonal todos contra todos, en el que venció a Israel, en ese tiempo habitué de la región, y a Hong Kong, empató con Taiwan y cayó ante los iraníes para ser subcampeón tres puntos detrás. Eran tiempos en que le ganaba a rivales tradicionalmente más fuertes del lugar, como Malasia y Tailandia.
En 1969 logró su mayor goleada, un 9-0 amistoso a Singapur, y el 4 de abril de 1972 MARCÓ el hito más grande de su vida al superar a Tailandia en Rangún y clasificarse a los Juegos Olímpicos de Munich, donde dio batalla ante los poderosos Unión Soviética y México (ambos 0-1) y en su momento dorado, derrotó a Sudán 2 a 0, con goles de Soe Than a los 7 minutos y Aung Moe Thin a los 61. Ese 1 de septtiembre en la localidad de Passau, los héroes fueron Aung Tin; Maung Tin Maung, Sein Tin, Nyunt Win Myo, Aye San; Maung Aye I, Maung Aye II, Nyunt Ye; Maung Win, Soe Than y Aung Moe Thin, dirigidos por U Sein Hlaing, su técnico desde 1964 y responsable de tanta alegría.
Y eso fue todo. Aunque siguió tomando parte en la ASEAN, el golpe militar del 62 pegó duro en su historia, al punto de no poder jugar una eliminatoria para el Mundial hasta 2010. Incluso estuvo mucho tiempo sin competir por la Copa de Asia, hasta que volvió a la fase previa en 1996, donde QUEDÓ rápidamente AFUERA. Se había inscripto para las eliminatorias de Estados Unidos 94 y Corea-Japón 2002, pero en ambos casos le tocaba Irán como rival, y se negó a jugar, por lo que fue suspendido para la de Alemania 2006, debutando en el camino mundialista para Sudáfrica 2010, donde China lo mandó a casa con un 11- 0 global. Lo mismo le sucedió en otras CLASIFICACIONES regionales y de la Copa del Mundo, y ocupó puestos bajos en el ránking de la FIFA.
No todo fue oscuridad. Myanmar continuó jugando la ASEAN, con un cuarto lugar en 2004 y organizando junto a Filipinas la edición de 2016, donde fue semifinalista. En 1996, el fútbol local emergió de su modestia y se creó la Liga Premier, la antecesora de la actual Liga Nacional, que arrancó en 2009 y que cuenta con 12 clubes en su primera división, donde el Yadanarbon FC y el Yangon FC son los únicos campeones hasta hoy. Y un nuevo éxito pareció reverdecer esos viejos tiempos, cuando en 2014, en el certamen Sub 20 que hospedó, la selección se metió por primera y única vez hasta ahora en un Mundial de la categoría, volviendo a un torneo de la FIFA. Fue el 17 de octubre, cuando derrotó a Emiratos Arabes Unidos con gol de Than Paing y llegó al Mundial de Nueva Zelanda, en el que comenzó arriba en su estreno con Estados Unidos gracias a Aung Thu, uno de sus prometedores jugadores actuales, pero luego cayó 2-1 y seguidamente fue barrido por Ucrania y el anfitrión. Igualmente, quién sabe, esa base de jóvenes puede traer aquel pasado brillante de los 60 y 70 al presente, casi medio siglo después.
Diego Martín Yamus.
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